
Fue una de las personalidades más emblemáticas en la lucha por la libertad. Su historia está plasmada en el libro titulado “Bastarda”, de la autora Florencia Canale.
La escritora Florencia Canale reconstruyó la historia de Manuela Sáenz, una de las personalidades más emblemáticas de la lucha por la libertad, así como su relación con el “Libertador de América”, Simón Bolívar.

La autora confesó que la historia de la prócer independentista Manuela Sáenz de Vergara y Aizpuru, la protagonista de “Bastarda”, su nueva novela, todavía la siente en la carne. Quizá porque la periodista y escritora hace suya, como en sus títulos “La libertina” y “Pecadora”, “las vidas de mujeres que arden en su propio fuego, que descolocan y no encajan en lo que se espera de ellas”.

Hija de una quiteña y un español que estaba casado, Sáenz no solo fue una “bastarda”, sino una revolucionaria, una guerrera, que empuñó armas, por ejemplo, en la batalla de Pichincha, que selló la libertad de Ecuador en 1822. También lo hizo en la batalla de Ayacucho, que coronó la soberanía de Perú y América del Sur. Y recibió la orden de “Caballeresa de la Orden del Sol”, una de las mayores condecoraciones militares, de parte de José de San Martín. “Ha sido una ilegítima en el sentido de que se metió en un territorio de caballeros”, dijo Canale.
Pero Sáenz también libró otra batalla encendida: la de rebelarse a su matrimonio arreglado, entregarse de lleno al amor y convertirse en la amante del “Libertador de América”, Simón Bolívar. En “Bastarda”, el lector se adentra en la historia de “una mujer que lleva conductas que no son propias del universo femenino: vestir uniforme, empuñar armas, ir al frente en las batallas, matar gente”, según señaló Canale. “Una mujer capaz de generar los peores odios y, también, los más bajos instintos”.
En la obra, también, se revelan cartas de Simón Bolívar para su amada: “Manuela bella, Manuela mía, hoy mismo dejo todo y voy, cual centella que traspasa el universo, a encontrarme con la más dulce y tierna mujercita que colma mis pasiones con el ansia infinita de gozarte aquí y ahora, sin que importen las distancias”, le escribió Simón Bolívar a “la Libertadora del Libertador” en una de sus cartas y siguió: “Pienso en tus ojos, en tu cabello, en el aroma de tu cuerpo, en la tersura de tu piel, empaco inmediatamente como Marco Antonio fue hacia su Cleopatra. Veo tu etérea figura ante mis ojos, y escucho el murmullo que quiere escaparse de tu boca, desesperadamente para salir a mi encuentro”.
Canale cruzó las fronteras argentinas en su nuevo libro para reconstruir el rol de una de las figuras más emblemáticas de la lucha por la Independencia en América Latina: Manuela Sáenz, la “Libertadora del Libertador”. A 200 años del histórico encuentro entre los libertadores Bolívar y San Martín en Guayaquil —recreado por Jorge Luis Borges en su famoso cuento Guayaquil—, la escritora invita a pensar en el contexto revuelto de principios del siglo XIX, decisivo para la identidad latinoamericana, pero de la mano de una mujer.
Opinión-Bolivia