

El presidente de Bolivia, Luis Arce, advirtió sobre un nuevo tipo de extremismo que, según dijo, atenta contra la identidad y la democracia plurinacional del país. En su intervención en la sede de la ONU en Nueva York, el mandatario señaló que estas fuerzas poderosas, tanto locales como globales, impulsan guerras y sanciones para desestabilizar a los gobiernos populares.

Durante la Reunión de Alto Nivel “En defensa de la democracia: luchando contra el extremismo”, Arce expresó que los conceptos de democracia y extremismo son usados para atacar a los gobiernos que buscan una mayor participación popular y el control de los recursos naturales.

“Hoy la amenaza proviene de sectores poderosos que rechazan la irrupción de los pueblos en la toma de decisiones”, manifestó Arce. El presidente también denunció que este extremismo promueve el odio, la xenofobia, la violencia y el neocolonialismo.
Arce defendió la democracia boliviana, que se basa en la diversidad, la participación y la inclusión de los pueblos indígenas. “El extremismo que niega la diferencia y busca la exclusión representa una amenaza directa a nuestra identidad”, sostuvo.
Para concluir su discurso, el presidente boliviano instó a que este tipo de reuniones se celebren de manera periódica para debatir sobre el futuro de las democracias en el mundo y el papel de las organizaciones sociales como pilares de una democracia participativa y directa.