
En la última jornada de octavos de final de la Copa del Mundo, la selección de Marruecos dio la gran sorpresa al eliminar del torneo a España, que supo ser campeón del certamen en 2010 y lograr avanzar por primera vez en su historia a cuartos de final en un mundial.

Marruecos consiguió hacer historia y mucho tuvo que ver su portero, el sobresaliente Yassine Bounou, apodado como Bono, quien solo recibió un gol en lo que va del Mundial y que no perdió la concentración durante los 90 minutos de juego reglamentario, el alargue y, sobre todo, en la definición de penales. Atajó dos de los tres tiros ejecutados y errados por el conjunto español.

Quién diría que aquel niño que comenzó practicando con dos cubos de basura (uno por lado, simulando ser los límites del pórtico) y que vendía en un mercadillo de España se convertiría en la sensación de Catar 2022. Además, los que lo conocen dentro del mundo del fútbol dan fe de que es una persona de perfil modesto.
Previo al inicio del torneo, Marruecos no era considerado como uno de los favoritos a superar el grupo F que compartió con el actual subcampeón Croacia, una potencia como Bélgica y la complicada selección de Canadá, pero sorprendió y avanzó a octavos de final como puntero e invicto.
FANÁTICO DE RIVER
Bono, una de las principales figuras para lograr la hazaña en Catar, tiene un gran fanatismo por River Plate, de Argentina, e incluso expresó públicamente que su ídolo futbolístico es Ariel el Burrito Ortega.
Decidió bautizar a su perro con ese nombre en una suerte de «homenaje» hacia el nacido en Jujuy.
Bono nació en Canadá, pero representa a Marruecos, país de origen de sus padres y donde se mudó a los 7 años. Su trayectoria futbolística comenzó en el Wydad Casablanca y en el 2012, cuando tenia 21 años fichó por el Atlético de Madrid. Desde allí, toda su carrera se llevó adelante en tierras españolas. Tuvo pasos por el Zaragoza y el Girona, pero desde el 2019 defiende los tres palos del Sevilla en La Liga de España.